domingo, 31 de mayo de 2020

VISIÓN EVOLUTIVA DE LAS RELACIONES DE PAREJA


LA FORMACIÓN DE LA PAREJA

La pareja humana se conforma con base en la respuesta de una serie de necesidades de la especie, la más evidente, la reproducción, pero, a la vez, necesidades del individuo tales como el no estar solo (compañía), la ayuda y apoyo mutuo (solidaridad).

A nivel evolutivo, la pareja humana se configura como “matrimonio” a partir de la elección del cónyuge, lo cual ha estado sometido a condiciones sociales y culturales acordes al grupo humano y al momento de la historia en que viva la pareja. Desde una asignación de pareja por parte de los padres por criterios económicos, de casta o de Estado, hasta la elección libre e individual que se da en occidente, como resultado de una larga evolución económica, ideológica y social, y que se basa en la atracción sexual y el enamoramiento, derivando en el concepto de “pareja romántica”.

FASES DE LA FORMACIÓN DE LA PAREJA

Perspectiva del comportamiento humano.

Debido a que los comportamientos en el ser humano están socializados, la pareja busca casarse para formar una familia, cimentar una fuente de afectividad y de fidelidad sexual. Esta perspectiva considera tres fases:

Fase de cortejo:  corresponde al enamoramiento con el cual suelen iniciarse la mayoría de relaciones de pareja y que al finalizar puede concluir con la separación si no se sabe seguir adelante en su evolución. Al enfriarse el circuito de fusión (apego), un rechazo sexual puede terminar en una infidelidad, debido a que esta fase está sostenida por el circuito del placer.

Fase de nidificación: corresponde a la formación de un hogar, de estabilidad proyectada en una descendencia y por lo tanto en la gestación y la crianza. En nuestra sociedad el nido equivale al apartamento o la casa donde la pareja inicia su vida en común (convivencia) antes de que lleguen los hijos.

La convivencia implica fabricar el nido y gestionarlo eficazmente en lo funcional y lo emocional, en lo económico y lo educativo, entre otros muchos aspectos.

Fase de crianza: tiene que ver con la corresponsabilidad en la crianza de los hijos. En otro tiempo se asignaban culturalmente los roles de acuerdo al sexo (marido y mujer) y con ellos una responsabilidad específica en la educación y protección de los hijos. En la actualidad estos roles se han difuminado dando paso a la negociación de la posición de cada uno en la responsabilidad compartida de la crianza de los hijos y el funcionamiento del hogar. 

Perspectiva antropológica.

Esta perspectiva considera las dimensiones sociológica, psicológica y filosófica en la comprensión del mundo de la pareja.

La mirada filosófica deja a un lado la función reproductiva de la pareja y se centra en el análisis de la relación de los amantes. Distingue tres variedades en el amor: eros, philia y ágape, los cuales se pueden considerar como los componentes esenciales en una relación de pareja. Estas variedades siguen un recorrido evolutivo ligado a un proceso de maduración de la relación. Walter Riso (2003) caracteriza de manera sintética cada una de estas variedades de la siguiente forma:

·       Eros; el amor que toma y se satisface (el enamoramiento),
·       Philia; en el que se comparten sueños y proyectos (amor-amistad) y
·       Ágape; el amor que da y se compadece, el que vela por el «otro».

EROS
De acuerdo con la mitología griega, Eros nace de la carencia, la pobreza, el déficit y la necesidad, por lo tanto, busca saciarse de poder, belleza, riqueza. Eros era el demonio del deseo porque buscaba incesantemente lo que necesitaba y al enamorarse, creía descubrir en el otro el objeto para colmar su indigencia. Su ambición era narcisista y egoísta. Las formas de aplacar a Eros eran buscando su satisfacción inmediata (necesidad sexual), y la otra buscando su satisfacción definitiva (enamoramiento).

En el ser humano la experiencia subjetiva del enamoramiento conlleva una activación del mundo del deseo y de la fantasía: se ve a la persona objeto del enamoramiento dotada de cualidades y atributos deseables que resultan atractivos para el sujeto enamorado que tienen que ver con aspectos físicos, morales, personales o sociales. Es frecuente que aquello que más atrae al enamorado son las características que este percibe en el otro como complementarias a sus propios déficits o carencias. El entusiasmo y admiración pueden llevar al afán posesivo.

PHILIA
Es el amor de amistad y puede asociarse al amor fraternal sin necesidad de lazo de sangre. Se basa en el conocimiento mutuo, el interés, la admiración, el diálogo, el respeto, la reciprocidad, la simpatía y la comunicación. Es un amor de proximidad, que encuentra placer en el compartir preocupaciones, esperanzas, anhelos, descubrimientos, experiencias, intereses, aficiones, gustos. Es entrar en el mundo del otro y abrir el propio para favorecer el intercambio de pensamientos y sentimientos muy íntimos.

En la construcción de una pareja no basta con la Philia, es necesario incluir la semilla del Eros. Cuando éste falta, se extingue o simplemente no ha existido, toma la forma de amor pasajero. Muchos de los problemas de pareja son causados por la falta de satisfacción mutua.

ÁGAPE
Es el equivalente del amor incondicional y desinteresado. Así como para los griegos el amor era una divinidad, para los cristianos Dios es amor (Ágape). Es el amor que dan los padres a sus hijos, el que pueden sentir ocasionalmente los profesionales de la educación, la salud o de una actividad social por las personas a las que sirven, el amor que pueden sentir de manera más estable las personas religiosas o las consagradas a actividades benéficas por sus pupilos.

Gracias a este amor, las parejas enfrentan y superan problemas provenientes de enfermedades, fracasos, contratiempos de la vida. Es el amor de ternura y cuidado entre los esposos. Es un amor que no requiere reciprocidad por se generoso, halla satisfacción en el dar más que en el recibir. Es el amor que busca el bienestar y la felicidad de la persona amada. 

Perspectiva psicosocial

En esta perspectiva se tienen en cuenta aspectos evolutivos propios de la formación de la pareja y relacionales propios de las características interpersonales y afectivas de la relación.

Robert Sternberg (1989, 2002), propone una visión triangular de los componentes del amor:

·       Pasión: activación neurofisiológica o emocional que lleva al romance, la atracción física y la interacción sexual.
·       Intimidad: sentimiento de cercanía que obtiene una pareja que se atreve a asumir el riesgo mutuo de mostrar sus sentimientos y pensamientos más íntimos.
·       Compromiso: decisión de amar a alguien (al principio) y a mantener (después) una relación que se está desarrollando

Al combinar estos tres factores resultan siete distintos tipos de amor, los cuales se pueden ir cambiando en la relación:

1.     Enamoramiento: basado predominantemente en la experiencia pasional.
2.     Amistad: compuesto de intimidad sin compromiso ni pasión.
3.     Amor vacío: caracterizado por un compromiso sin pasión ni intimidad, por ejemplo, «para mantener las apariencias» o «por el bien de los hijos».
4.     Amor de compañeros: construido en base a la intimidad y el compromiso, pero sin pasión, típico de parejas que llevan juntas mucho tiempo y conviven armoniosamente.
5.     Amor ilusorio: mezcla de pasión y compromiso, pero sin ninguna intimidad ni conocimiento mutuo.
6.     Amor romántico: compuesto de pasión e intimidad, en ausencia de compromiso.
7.     Amor consumado: combinación de los tres componentes de pasión, intimidad y compromiso.

Si combinamos las perspectivas vistas hasta ahora tendremos una visión de conjunto muy interesante para ayudar a comprender la dinámica de las relaciones de pareja tanto en lo evolutivo como en la dinámica relacional. A las parejas les puede ayudar a comprender sus propias dinámicas relacionales y las posibles crisis que les pueden llegar a ocurrir.


EROS
PHILIA
ÁGAPE
Atracción sexual, seducción, enamoramiento, cortejo, idealización, proyección narcisista, relación posesiva.
Reconocimiento, respeto y aceptación del otro, comunicación afectiva, empatía, conocimiento mutuo. Compartir ideales, aficiones, gustos. Enriquecimiento mutuo.
Cuidar desinteresadamente. Amor incondicional. Postura oblativa. Implica un compromiso auténtico.
FUSIÓN
INTIMIDAD
COMPROMISO
AUTOESTIMA DEL SER
Me quiero y acepto porque soy y existo.
La autoestima tiene que estar subyacente en todos los momentos evolutivos de la relación.


Compartamos:
·       ¿En qué fase se encuentra nuestra relación?
·       ¿Experimentamos en nuestra relación los tres tipos de amor de la perspectiva antropológica? ¿Cómo lo evidenciamos? 

 
Referencia Bibliográfica
Villegas, M. y Mallor, P. (2012). La dimensión estructural y evolutiva en las relaciones de pareja. Acción Psicológica, 9(2), 97-108 doi: http://dx.doi.org/10.5944/ap.9.2.41074

9 comentarios:

  1. todo es un proceso, no se puede llegar a agape si no hay lujuria (eros), o amistad (philia), todo es cuestion del tiempo, de enamorarse, de ser amigos de la entrega incondicional, son etapas, para nuestro caso estamos en agape, siempre nos hara falta aprender dia a dia, poner de nuestra parte para mejorar. gonzalo y margarita.

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    1. esto nos lleva a un proceso de una relación (philia) y cada día avanzar y trabajar mas en una relación con dios y que nos ayude a ser mejor personas y bajo el espíritu santo de dios.

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  2. Nuestra relación se encuentra en la fase de crianza, hemos pasado por todas las fases comenzando desde el enamoramiento, construimos un hogar estable con basase solidas, con amor incondicional convivimos muchos anos edificamos nuestro hogar, y educamos con amor, respeto y tolerancia a nuestros hijos que son el fruto de nuestro amor...

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  3. Todas las relaciones pasan por muchas etapas pero mientras el amor el respeto y la comprensión se mantengan se puede superar cualquier cosa, en este momento de la relación estamos en ágape.

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  4. La comprensión de estas perspectivas ayuda a entender la dinámica de las relaciones de pareja, su evolución y posibles crisis que puedan surgir.

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  5. ¿En qué fase se encuentra nuestra relación?
    Nuestra relación se encuentra en la fase de crianza pues ya hemos consolidado nuestro hogar y estamos en el proceso de crianza de nuestra hija, y como lo menciona la lectura no lo hacemos de acuerdo a si es hombre o mujer sino que compartimos este proceso con la misma responsabilidad y amor por nosotros como pareja y por nuestra hija con quien consolidamos nuestra familia.
    ¿Experimentamos en nuestra relación los tres tipos de amor de la perspectiva antropológica? ¿Cómo lo evidenciamos?
    Sin duda consideramos que en nuestra relación hemos pasado por los tipos de amor EROS, PHILIA y ÁGAPE, pues durante nuestros 15 años de relación hemos podido conectar desde la atracción, también desde la proximidad de compartir sueños, pensamientos intereses y a la vez dificultades, y eso nos ha llevado a tener un amor incondicional y resiliente.
    Att: Paula Estefanía Suárez Díaz y Fabián Andrés Acevedo Díaz

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  6. las etapas del amor son demasiado importantes para nuestra relacion despues de pasar por los 3 tipos de amor nos damos cuenta que depronto era necesario pasar por circunstancias dificiles por que eso fortalecio nuestro hogar entonces nos damos cuenta que este era una etapa por la cual debiamos pasar y fortalecer la relacion.

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  7. Por medio de este ejercicio nos hemos dado cuenta que el amor tiene varias fases y características que através del tiempose van superando paso a paso en el camino qué vamos construyendo en nuestra relación y la fortalecen con el pasar de los años .

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  8. Es un amor desinteresado por parte de ambos, buscando la felicidad y el beneficio del otro, que nace de lo vivido con nuestros padres de dos matrimonios ejemplares y por lo que siempre nos han enseñado que el matrimonio con amor, enfrenta y supera cualquier problema, fracasos o contratiempos de la vida.

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