PATRONES QUE AYUDAN A MEJORAR LA COMUNICACIÓN

PATRONES QUE AYUDAN A MEJORAR LA COMUNICACIÓN[1]

1. Expresemos no sólo datos e informaciones, sino también ideas y sentimientos.

La comunicación no puede reducirse a transmitir datos y percepciones (“Llegue tarde al trabajo, me siento cansado, la comida está deliciosa”), sino también las ideas y juicios (“me parece que nos está haciendo falta dedicarnos más tiempo el uno al otro”, “considero que es necesario arreglar esta humedad del piso”)

Procuremos identificar y expresar los sentimientos (de alegría, satisfacción, tristeza, confusión, miedo, etc.) que experimentamos. No basta con decir: “Me parece que estás enferma”, es más completo decirle: “me siento preocupado por tu salud”, “me gusta el vestido que te pusiste”, “Me siento seguro y contento cuando estás a mi lado.”

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  ¿En nuestra comunicación expresamos ideas u sentimientos?

2. Evitemos emitir juicios y provocar que el otro se ponga a la defensiva. 

En una buena comunicación importa no sólo lo que decimos sino también cómo lo decimos. Una cosa es abrirse y transparentarse (mostrarme cómo soy y cómo estoy) y otra muy distinta es acusar y atacar.

Para esto es muy importante aprender a expresarse en forma personal en primera persona YO: “yo me siento triste” expresa lo que a mí me pasa. Es muy diferente de decir: “Tú me haces sentir ...... triste”; aquí estamos juzgando al otro y eventualmente trasladando al otro la responsabilidad de lo que me ocurre. Los sentimientos son del sujeto que los experimenta y no necesariamente son causados por otro.

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  ¿En nuestra comunicación evitamos los juicios?

3. Aprendamos a escuchar. No interrumpamos al que le habla.

La buena comunicación requiere no sólo que alguien hable, sino también que alguien escuche. Y en la comunicación de doble vía ambos debemos hablar y escucharnos alternadamente. En principio necesitamos “escuchar más y hablar menos”. Por eso el Creador nos dio dos oídos y sólo una boca.

ESCUCHAR es más que OIR. Escuchar es estar dispuestos a comprender no sólo lo que el otro nos dice sino también lo que nos quiere decir por medio de sus expresiones verbales (palabras) y no verbales (gestos, ademanes, lágrimas, silencios, etc.).

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  ¿En nuestra comunicación no interrumpimos al que habla?

4. Pongamos atención de verdad y tratemos de comprender con exactitud el mensaje del otro.

Cuando no escuchamos bien es fácil caer en falsas interpretaciones de lo que el otro nos está diciendo. En este caso reaccionamos no a lo que el otro nos dijo sino a nuestras percepciones e interpretaciones erradas. Es muy común que estemos poniendo más atención a la respuesta que vamos a dar que al mensaje que nos llega. Por eso, nuestras respuestas son muchas veces inadecuadas, injustas y hasta estúpidas.

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  ¿En nuestra comunicación prestamos atención al que habla?

5. Evitemos involucrar a otros como protagonistas de lo que sentimos o experimentamos.

No podemos involucrar a otro en la tristeza o en la alegría que experimentamos, o en nuestro punto de vista. Con frecuencia cuando decimos “nosotros” no es más que un “yo” inflado.

6. El lenguaje es importante, tanto para hablar como para escuchar.

Por eso no basta atender sólo a las palabras, sino que hay que tener en cuenta también el lenguaje no verbal. Por ejemplo, la mirada ayuda a poner calidez al lenguaje. El contacto de las miradas dice muchas veces más que la palabra. ¿Qué sentimos cuando una persona nos rehúye su mirada? ¿Qué pensamos de esa persona?

Cuando nos sentimos muy vulnerables, cuando las palabras salen con dificultad de la garganta, cuando nos sentimos muy inhibidos para expresarnos, el lenguaje corporal da salida a lo que pasa dentro de nosotros.

Cuántas veces nos ha ocurrido que percibimos que algo no anda bien en alguien y le preguntamos: “Qué te pasa?” Y por toda respuesta nos dice: “Nada”. Y sin embargo parpadea, se come las uñas, se ruboriza o se pone pálido. Y sobre todo no habla. Todo eso nos dice mucho de cómo está, aunque todavía no sepamos por qué.

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  ¿En nuestra comunicación prestamos atención a nuestro lenguaje corporal, nos miramos?

7. La comunicación es un arte. No basta con saber que es importante.

Es indispensable aprenderla practicándola en forma habitual y no por la presión de las circunstancias. Ejerce mucho influjo en la calidad de la relación. Y en la comunicación se refleja lo que ocurre en la relación. En ella se manifiesta el aprecio, el respeto, el interés mutuo de los esposos. Modificar los patrones de comunicación contribuye a modificar el estilo de la relación.

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[1] Iniciando un camino – CENPAFAL – pp.55-56