LOS SACRAMENTOS
Los sacramentos son signos de
la presencia de Dios en la vida del cristiano. Ellos no sólo evocan la persona
y la vida de Jesucristo, sino que también nos transmiten la vida divina (la
gracia) y nos comprometen a vivir y a celebrar en comunidad.
Los sacramentos no son algo que se recibe como ya
hecho, sino algo que ocurre en nuestra vida y de lo cual somos sujetos activos.
Y ocurren en nuestra vida, para orientarla dentro del plan de Dios revelado en
Jesucristo.
Cada sacramento constituye un encuentro personal
con Jesucristo, con su Palabra y con su Cuerpo (que es la Iglesia). Es
imposible que se den los sacramentos sin Jesucristo, sin su Iglesia, sin la
persona que los recibe. Los sacramentos exigen la fe; si no tenemos fe los
sacramentos o no se producen o se quedan a medio camino.
En los sacramentos se nos comunica la Gracia de
Dios, que nos ayuda a crecer en la fe y a realizar en nuestras vidas el llamado
de Dios.
Por los sacramentos se establece un diálogo vital
de amor entre:
· Dios que ofrece
al hombre la vida en abundancia y
· el ser humano
que decide responder humildemente a la Palabra del Señor aceptándola como ley
de su vida.
Los Sacramento se divide en tres grupos:
Sacramentos de Iniciación Cristiana, Sacramentos de Sanación y Sacramentos de
Servicios.
Sacramentos de
Iniciación Cristiana:
· Bautismo
· Confirmación
· Eucaristía
Sacramentos de
Sanación:
· Penitencia
· Unción de los
enfermos
Sacramentos de
Servicios:
· Orden
Sacerdotal.
· Matrimonio.
EL SACRAMENTO
DEL MATRIMONIO
Cada sacramento tiene un signo propio. En el
sacramento del matrimonio el signo es el amor de la pareja expresado en forma
de palabra de compromiso, la expresión libre de la voluntad de los esposos de
vivir en una relación de amor (alianza). Por eso los esposos son los ministros
del sacramento. El sacerdote es testigo oficial de la Iglesia. Con él debe
haber otros dos testigos de la comunidad eclesial.
El sacramento del matrimonio supone que quienes lo
celebran se comprometen libremente a amarse de verdad el uno al otro, a
respetarse y a ayudarse solidariamente en el camino de la vida. El compromiso
matrimonial “es un SI” a una comunión de personas, a una alianza conyugal.
Dios creó al hombre para vivir en comunidad de vida
y amor. Podemos hacer de esa comunidad
de vida una historia de fe y salvación. O, por el contrario, hacerla una
historia de dolor, de sufrimiento, de separación, de celos y de rencor. La
decisión es nuestra. Dios ha puesto en nuestras manos las herramientas
necesarias para dar una respuesta efectiva.
El sacramento del Matrimonio es el medio por el
cual Cristo se hace presente y forma parte central de la nueva realidad que
constituyen los esposos cristianos. A través del sacramento del matrimonio
Jesucristo nos comunica de manera eficaz su gracia: su vida, su amor, su
Espíritu. Cristo hace que los esposos cristianos puedan ser capaces de amar de
una forma radicalmente nueva: con el mismo amor de Dios. Cristo transforma tu
corazón para superar las dificultades del camino, y amar de una mera fiel y definitiva.
Mediante el sacramento del Matrimonio Jesucristo se compromete a acompañaros para
hacer de vuestra vida conyugal un camino y un medio de salvación.
El sacramento del Matrimonio tiene una dimensión
eclesial, porque:
· Los cónyuges
celebran el sacramento como miembros de la Iglesia. Son los ministros del
sacramento del Matrimonio. Actúan como sacramento de Cristo, porque forman
parte del Cuerpo de Cristo, que es la Iglesia.
· Los esposos se
dan el mutuo consentimiento ante Cristo y ante la Iglesia. Manifiestan su
consentimiento ante el ministro de la Iglesia, remarcando el carácter eclesial
de su matrimonio.
· Los esposos
asumen, como miembros de la Iglesia, la misión de hacer presente en medio del
mundo el amor de Cristo a su Iglesia.
A partir del día de la boda, para el desempeño de
su tarea de esposos y padres, los esposos reciben, de parte de Dios, a través
del sacramento del Matrimonio, una triple gracia: la gracia santificante (una
mayor unión con Cristo, que nos santifica, que nos hace capaces de amar como
Él), la gracia de la caridad conyugal (participación en la caridad conyugal de Cristo
por su Esposa la Iglesia, que le llevó hasta dar su vida por Ella en la Cruz) y
las gracias actuales (para superar las dificultades que los esposos encuentren
a lo largo de vuestra vida). Todo este caudal de gracia repercute no sólo en
los cónyuges, sino en sus hijos y en cuantos les rodean.
si jesus esta presente en el matrimonio, la pareja puede llevar una vida en paz, donde haya amor, union, comprension, dialogo y todos los valores y principios que contiene la religion catolica, la palabra de Dios, que nos frotalece en cristo, ayudandonos a compartir en familia, cumpliendo con el mandato divino. Es entonces el sacramento del matrimonio un encuentro con jesus en la eucaristia, en el amor de la familia, de los hijos
ResponderBorrarel sacramento del matrimonio es una alianza que se realiza en pareja para tener netamente a Dios en nosotros ya que es una muestra de amor tanto como de pareja como para Dios por esta razon se celebra el matrimonio es comprometernos a amarnos uno con el otro libremente
ResponderBorrarEl sacramento del matrimonio para nuestro señor Jesucristo es el más importante ya que con el vamos a conocer realmente el amor con la unión de nuestros cuerpos volviendo nos una sola carne en presencia de la casa de Dios que es la iglesia la que nos sirve de testigo para la unión conyugal que vamos a empezar para construir un hogar con hijos,fe y conocimiento de Dios en nuestra relación.
ResponderBorrarEstos principios ofrecen una base sólida para construir una relación conyugal que refleje el amor y la gracia de Dios. La identidad conyugal en la Biblia no solo enfatiza el amor y el respeto mutuo, sino también el compromiso de crecer juntos en la fe y en la vida.
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