jueves, 18 de junio de 2020

SEXUALIDAD Y FECUNDIDAD


QUÉ ES LA SEXUALIDAD[1]

El ámbito de la sexualidad no sólo se reduce a la genitalidad, sino que comprende también aspectos psicológicos y espirituales, que afectan a la totalidad de la persona y a sus relaciones con los demás. La genitalidad es sólo una parte de la sexualidad, que está encaminada a la expresión máxima de un amor total, orientado además a la procreación.

La sexualidad caracteriza al hombre y a la mujer como tales. Y esta diversidad – masculina y femenina- hace posible la complementariedad, poniendo de manifiesto la vocación del ser humano a la reciprocidad, al amor, a la donación mutua y a la fecundidad.

DIMENSIONES DE LA SEXUALIDAD

a) Dimensión personal: la sexualidad configura y afecta directamente al cuerpo y, a través del cuerpo, a la totalidad de la persona humana. La diferenciación sexual proporciona una forma de sentir, de amar y de reaccionar que es diferente según se trate del varón o la mujer. Lo masculino y lo femenino, son dos modos de ser persona y de relacionarse con los demás. La sexualidad acompaña al crecimiento de la persona y atraviesa distintas fases o etapas, hasta llegar a la heterosexualidad adulta y madura. En esa evolución la sexualidad necesita ser conducida responsablemente hacia su desarrollo pleno y perfecto.

b) Dimensión relacional: la sexualidad constituye también un lenguaje de comunicación que se manifiesta a nivel físico, afectivo y espiritual. El contacto físico es también una forma de comunicar el amor; no de comprobarlo, sino de demostrarlo. El acto corporal debe corresponder a la verdad de la relación que une a las personas. En el encuentro sexual completo se entrega toda la persona en cuerpo y alma. Por eso debe responder a un tipo de relación de verdadera entrega: total, definitiva, y abierta a la vida. La coherencia entre la verdad de la relación y el lenguaje que la expresa debe integrar, junto a la dimensión física, las dimensiones afectiva, psicológica, social y espiritual del amor. La sexualidad alcanza su pleno significado personal y humano cuando sirve a la complementariedad y a la comunión de la pareja, expresando un verdadero amor conyugal caracterizado por ser: plenamente humano, total, fiel, exclusivo y fecundo.

c) Dimensión procreativa: la plana expresión del amor conyugal faculta a los esposos a procrear nuevas vidas, cooperando con Dios creador. Así lo expresa la encíclica Familiaris consortio de Juan Pablo II: “…los llama a una especial participación en su amor y al mismo tiempo en su poder de Creador y Padre, mediante su cooperación libre y responsable en la transmisión de la vida humana”.

CONDICIONES PARA UNA UNIÓN SEXUAL DIGNA DEL SER HUMANO

- Debe ser un encuentro verdaderamente humano: encuentro libre, entre iguales, en el respeto a la dignidad personal de los cónyuges.

- Debe ser expresión del verdadero amor conyugal: a través de la unión de los cuerpos, los cónyuges llegan a compartir generosamente toda su persona.

- Debe estar responsablemente abierto a la transmisión de la vida: En el acto que expresa su amor conyugal, los esposos están llamados a ser cada uno don de sí para el otro, y nada de lo que constituye su ser personal puede quedar excluido en esta donación. Ni siquiera la capacidad procreadora La contracepción contradice la verdad y la plenitud del amor conyugal. La estructura natural del acto conyugal debe ser respetada.

CARIDAD CONYUGAL Y VIRTUD DE LA CASTIDAD

 La presencia del Espíritu Santo sostiene el esfuerzo de los esposos por lograr el amor y la comunión de vida que les remita a la unión con Dios. Desde esta perspectiva podemos entender muy bien la virtud de la castidad dentro del matrimonio. Consiste en el dominio o autocontrol personal de la propia sexualidad que permite a los esposos superar la fuerza del puro instinto y del egoísmo, ser fieles a los compromisos matrimoniales, hacer que el lenguaje sexual exprese el amor conyugal verdadero, y asegurar el respeto y la delicadeza en las relaciones de pareja. En esta perspectiva podemos considerar la virtud de la castidad como la capacidad de la persona para controlar la energía sexual y ponerla al servicio de la expresión del verdadero amor conyugal: plenamente humano y total, fiel y exclusivo, y fecundo. El respeto, la delicadeza y el amor verdadero, que se merece cada uno de los esposos, así como el ejercicio de la paternidad responsable, quedan garantizados y atendidos en la medida en que los esposos ejercen el dominio sobre su sexualidad. Así lo testimonian muchos matrimonios.

EDUCACIÓN DE LA SEXUALIDAD

En la sociedad contemporánea, con demasiada frecuencia, se ofrece sólo una información sexual desprovista de toda valoración antropológica y moral. La preparación para el matrimonio, como la preparación para la virginidad, exige una educación para el amor, una educación de la sexualidad. Esta educación tiene, sin duda, un elemento informativo. Pero supone también la necesidad de formar en el dominio de sí, en la capacidad de orientar el instinto sexual al servicio del amor, y de integrarlo en el desarrollo de la persona. Debe tratar de integrar las diversas dimensiones de la sexualidad y ponerlas al servicio de la persona y de la pareja.

El amor conyugal es unitivo y procreador. Vivir ambos fines conjuntamente exige un esfuerzo de educación y dominio de sí que serán, a la larga, gratificante para los esposos. También en este aspecto es urgente una educación de la sexualidad dentro del matrimonio.



[1] Delegación Episcopal para la Familia y Defensa de la Vida. Diócesis de Cadiz y CEUTA. Catequesis de preparación al matrimonio y a la vida de familia. Pag. 47 - 49.

4 comentarios:

  1. la sexualidad es una parte importante en la relacion de pareja, vivimos unos tiempos donde todo ha cambiado, debemos estar atento a esos cambios, una vida conyugal se basa en la fecundidad, en tener unos hijos, que son la base de la familia del hogar.

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  2. la sexualidad es un acto mutuo con un consentimiento de ambos para manifestar el amor que se sienten el uno por el otro es entregarse en su totalidad en cuerpo y alma al otro esto hace que se refuerce mas la relacion de pareja en el matrimonio aparte de que debemos procrear y fecundar como lo dice la palabra del señor

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  3. El texto nos explica la importancia que tiene la sexualidad en el matrimonio ya que representa el amor mutuo que se debe tener con respeto, fidelidad, exclusividad y fecundo para así tener una buena relación conyugal con el fin de crecer nuestra familia procesando así como no lo manifiesta el señor en la palabra.

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  4. El texto nos indica que la sexualidad y fecundidad, es la interrelación entre ambos aspectos influye en las decisiones personales y familiares, así como en el bienestar emocional y físico de los individuos.

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