jueves, 18 de junio de 2020

PATERNIDAD RESPONSABLE


PROCREACIÓN RESPONSABLE[1]

La primera vez que la iglesia habla de la paternidad responsable, como doctrina positiva de la iglesia (no como algo tolerado) es la Constitución sobre la iglesia y el mundo actual (nº 50), del Concilio Vaticano II (1965).

En este Concilio, la paternidad responsable se definió como una “procreación responsable”: “Decisión libre y de común acuerdo, razonada y amorosa sobre los hijos a tener”. Al respecto, el Concilio Vaticano II también dijo: “Este juicio, en última instancia, debe formarlo ante Dios, los esposos personalmente”.

En este tema, nos vamos a centrar en explicar esta definición, y en presentar las características que deben tener tal decisión para que pueda ser considerada como “tomada responsablemente” y sin perder de vista que el fin primordial del matrimonio debe ser la unión amorosa de los esposos, unión que debe estar abierta a la vida.
DECISIÓN COMUNITARIA

La decisión es de los dos esposos, como comunidad conyugal y social. En esta cuestión debe haber un mutuo respeto y mutua compresión. Nunca debe haber pasividad por parte de alguno, y debe ser tomada consciente de la responsabilidad que conlleva. Así pues, no puede el marido imponer a su mujer el tener el hijo ni viceversa; sino que debe ser el fruto de un diálogo que lleve a ambos a tomar de común acuerdo esta decisión tan importante.

DECISIÓN LIBRE

Los esposos no pueden delegar en nadie esta responsabilidad ni tampoco nadie inmiscuir en ella. No corresponde, por tanto, ni al Estado, ni siquiera a la Iglesia, decir a los esposos ni cuántos hijos/as deben tener, ni en qué momento deben tenerlos. Esto solo corresponde a los esposos. Esto no implica que puedan consultar con personas capacitadas y debidamente formadas, para poder tomar una decisión fundamentada en unos valores verdaderamente sólidos y cristianos, que les hagan verdaderamente libres. En este sentido, sería recomendable consultar con un sacerdote, o con personas expertas, la moralidad de los métodos a utilizar de cara a la realización de una paternidad responsable.

DECISIÓN RAZONADA

Como hemos dicho anteriormente, para que la decisión sea libre, es necesario que se acomode a unos criterios objetivos y en base a unos valores cristianos, sin perder nunca de vista que la paternidad es uno de los fines del matrimonio, el cual se acepta al recibir dicho sacramento, y que es necesario cumplir si no existe ninguna causa justa que lo impida.

CRITERIOS OBJETIVOS A ANALIZAR

La paternidad responsable no admite criterios subjetivos de carácter egoísta como, por ejemplo, la comodidad y mayor libertad de la pareja. El ejercicio de la paternidad responsable debe estar fundado en criterios objetivos y en un recto análisis de las intenciones que mueven a la pareja.

Los criterios objetivos que señala el Concilio Vaticano II (Gaudium et Spes, 50) son:
·       La situación de la pareja. Es necesario tener en cuenta la salud física y psíquica del padre y de la madre. Su estabilidad en el matrimonio. La situación socio-económica de la familia, el posible desequilibrio que el nuevo hijo pueda producir en la convivencia de la pareja, etc.
·       El bien de los hijos/as nacidos. Las ventajas e inconvenientes que pueden venir a los hijos/as nacidos, como por ejemplo, dificultad para recibir un nuevo hermano en este momento; necesidad de un nuevo hermano para mejor educación; un compañero de juegos; inconvenientes económicos, etc.
·       El bien de los hijos/as por nacer.
·       El bien de la sociedad. Se trata de una sociedad superpoblada, con problemas económicos, etc.; o, por el contrario, si es una sociedad con escasez de población.
·       El bien de la iglesia. Tener en cuenta nuestra misión de transmitir la Fe.

No todos estos criterios tienen que tener el mismo valor a la hora de decidir en un momento
determinado, pero si deben ser tenidos en cuenta.

DECISIÓN AMOROSA

Esto quiere decir que los hijos/as no deben ser el fruto de un análisis frío de los criterios anteriores, sino, sobre todo, el resultado de una relación amorosa entre los esposos. Solo si los hijos/as son el fruto del amor encontrarán un ambiente adecuado para su futura formación. Es necesario que el hijo/a sea el resultado deseado por los padres, porque únicamente así se sentirá acogido. De lo contrario de niño/a percibirá de alguna manera que no es bien recibido. Por el mismo motivo, no suele dar resultado buscar un hijo/a como solución a una crisis matrimonial.

CO-RESPONSABLES EN LA OBRA DE DIOS

La paternidad responsable jamás puede dar justificación a una mentalidad anticonceptiva, de rechazo de la fecundidad. Dios delega en nosotros el don de la vida, y pone en nuestras manos la posibilidad de decisión y los medios. Debemos por tanto de responsabilizarnos de lo que Dios ha puesto en nuestras manos, de las nuevas vidas que van a venir según el proyecto de Dios, y no el nuestro. Por eso, si no hay verdadero impedimento (físico, de riesgo real, o una situación económica paupérrima, etc.) no debemos olvidar que la procreación es una característica esencial del verdadero amor de los esposos. No somos quieres para interrumpir la obra de Dios. No defraudemos la confianza que Dios ha depositado en nosotros. Y lo más importante: debemos tener la seguridad de que, si dejamos todo en manos de Dios, con cariño, sin agobios, y con mucho amor… Dios actuará.


[1] Delegación Episcopal para la Familia y Defensa de la Vida. Diócesis de Cadiz y CEUTA. Catequesis de preparación al matrimonio y a la vida de familia. Pag. 49 - 51.

4 comentarios:

  1. la decision de tener hijos aveces no depende de nosotros, lo decimos por nuestro primer hijo que hoy tine 21 años, SE DIERON LAS COSAS Y CON MUCHO AMOR LO ACEPTAMOS, con responsabilidad lo fuimos educando, hoy en dia esta terminando su carrera profesional a esta edad, hay muchos caso, lo importante es ser fiel aDios en brindarle los espacios a los hijos con mejor calidad de vida, educarlos en principios y valores, el respeto ante todo, el deber de ser padres pero tambien de los hijos, nos sentimos agradecidos con Dios en el proceso y las bendiciones que nos ha dado, son los hechos los que nos dan la razon y el tiempo de Dios es perfecto.

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  2. La procreación responsable debe ser una tarea mutua es una responsabilidad solamente de la pareja no se puede delegar a nadie mas ni menos nadie debe inmiscuirse en esta actividad la situacion debe estar estable para darle una estabilidad amorosa a los hijos que tengamos y a los que estan por nacer

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  3. El texto nos enseña la forma de tomar las decisiones con respecto a los hijos que queremos tener ,teniendo en cuenta como estamos físicamente, psicológicamente , económicamente y lo mas importante como está nuestra relación de pareja para tomar esta decisión para no ser un pretexto de mejorar la relación si no que sea una decisión amorosa pensando en nuestra relación conyugal y el hogar que queremos construir.

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  4. El texto nos invita a que la paternidad responsable va ligada al compromiso y la actitud consciente que los padres acogen al criar a sus hijos, para lo cual es una combinación de amor, compromiso, educación y apoyo, con el objetivo de criar a los hijos de manera que puedan desarrollarse de forma plena y saludable.

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