LOS COMPROMISOS PARTICULARES

que hacen parte del

COMPROMISO MATRIMONIAL GLOBAL[1]

1. COMPROMISO DE VIVIR JUNTOS EN AFECTUOSA ARMONIA. Es para vivir juntos, no uno a expensas del otro, sino luchando diariamente para que nuestra convivencia sea para ambos no sólo tolerable, sino agradable; no sólo agradable sino enriquecedora.

2. COMPROMISO DE MANTENER UNA RELACION SEXUAL SANA ENTRE AMBOS Y CON NADIE MÁS. Dicho en otra forma, a mantener entre los dos una relación sexual fiel, exclusiva, fecunda y sana.

3. COMPROMISO DE FORMAR UNA UNION ECONOMICA. Compartir los ingresos y los gastos. Cuidar el patrimonio común como algo que pertenece a los dos y sobre el cual los dos tenemos los mismos derechos y los mismos deberes.

4. COMPROMISO DE CONVIVIR LOS DOS CON LOS HIJOS. En el momento de casarnos el sacerdote nos va a preguntar: "¿Están dispuestos a recibir responsable y amorosamente a los hijos como don de Dios y a educarlos según la ley de Dios y de su Iglesia?". ¿Qué respondemos nosotros ahora?

5. COMPROMISO DE ACTUAR EN SOCIEDAD COMO UNA PAREJA CASADA. Ambos debemos presentarnos ante parientes y conocidos y ante el público en general, como personas unidas por un lazo especial, exclusivo. Luego de nuestra boda ya no seremos sólo novios, o amigos. Seremos esposos y los demás deberán reconocernos como tales.

6. COMPROMISO DE DAR PREFERENCIA AL CONYUGE POR ENCIMA DE TODA OTRA PERSONA. El viejo precepto bíblico de "Dejar padre y madre" expresa una necesidad de nuestra vida de pareja y, por tanto, implica un compromiso que ambos debemos respetar. La primera prioridad debe ser nuestro cónyuge.

7. COMPROMISO DE MANTENER ENTRE LOS DOS UNA INTIMA COMUNICACION QUE INCLUYA IDEAS, SENTIMIENTOS Y ACTITUDES. La comunicación es fundamental en nuestro matrimonio. Sin ella no mantendremos nuestra vida de pareja. Y no es posible hacer matrimonio sin pareja. Si ignoramos la existencia de este compromiso, o si lo conocemos, pero no lo cumplimos, o conociéndolo y queriéndolo cumplir no sabemos cómo hacerlo, crearemos entre nosotros una situación que hace imposible el mantenimiento de una vida matrimonial sana.

8. COMPROMISO DE MUTUA AYUDA EN TODAS LAS FORMAS POSIBLES. Este compromiso mira a hacer efectiva la solidaridad que debe caracterizar nuestra forma de vida como esposos "en la alegría, en la adversidad y en el dolor, en salud y en enfermedad, en pobreza y en prosperidad". Hemos sido creados por Dios para ser mutua ayuda y compañía. Cada uno de nosotros tiene el derecho de poder contar con el otro en las buenas y en las malas.

9. COMPROMISO DE PASAR MUCHO TIEMPO EN MUTUA COMPAÑIA.

Hay parejas que durante el noviazgo y primer tiempo de matrimonio pasaban mucho tiempo juntos, pero después permiten que el trabajo, la televisión y las relaciones sociales invadan el tiempo de la pareja y al final se miran como extraños. Más que cosas, como esposos debemos regalarnos nuestra mutua compañía. No nos casamos para abandonarnos sino para acompañarnos. Cuando "no hay tiempo" para el otro, alguien o algo se lo está robando.

10. COMPROMISO DE FORMAR JUNTOS UNA RELACION QUE DURE INDEFINI­DAMENTE. Como esposos cristianos significa el compromiso de indisolubilidad, de empeñarnos en una relación que nada ni nadie pueda romper: "Lo que Dios ha unido, que nadie lo separe". Es empeñarnos en que nuestra relación dure. Los novios o los amantes pueden romper su relación cuando lo estimen conveniente. Los esposos no.

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[1] Pbro. Gilberto Gómez Borrero y Gladys Rodríguez de Nates. Talleres Edificar el hogar sobre roca. Bogotá, noviembre de 2007. Arquidiócesis de Bogotá. Coordinación Arquidiocesana de Pastoral Familiar.